LA MOSCA & EL MERCADO / PRESENTACIÓN






Hicimos "La Mosca & El Mercado" allá por el 2000, 2001.
Teníamos entonces la inconciencia de la aventura y los sabores del riesgo, y la falta absoluta de planes como timón de tormenta.
Teníamos entonces la guerra a flor de piel, y anunciábamos con estridencia revoluciones que nunca llegarían.
Hablábamos de cosas inmediatas, sin saber que acaso repetíamos un mandato quejumbroso y tanguero de una época lanzada hacia su límite. Amigos que bardeaban de pólitica y moral con aforismos nietzscheanos y preocupaciones vagas.
Ahora tenemos -inexorablemente- unos cuantos años más, y muchas canas más, y la extraña sensación de que esos años se desvanecieron sin sentido, perdidos en intentos de nada sobre nada y hacia nada.
Si sólo resguardáramos hechos, noticias, fragmentos del olvido, simples nociones de inmediatez, podríamos decir, con verdad: pasaron tantas cosas desde entonces...
Si sólo resguardáramos hechos, simples nociones superficiales encadenadas a impulsos primitivos de certezas, podríamos entonces registrar nuestras inmóviles estatuas de sal: las asambleas barriales y aquellas tardes de domingo en Parque Centenario (¿te acordás?), Duhalde, el corralito, los golpes con martillos de los viejos frente a los bancos blindados, el puto de Rodríguez Sáa, el default, el riesgo-país, las colas frente a las embajadas, los cinco presidentes en una semana, el tres por uno, y al final Javier asomándose a una política que yo no entendía, y yo escondiéndome en aquella pensión de Seguí para salvar el esqueleto, con poca guita en el bolsillo y los pibes aquellos con los que salvamos las pocas viejas estructuras que por todas partes ya venían cayéndose a pedazos, y con ellas salvar de la deriva mis sentidos más profundos, más ocultos, más míos.
Y después Luján nuevamente, y la historia gota a gota, soneto por soneto, piedra por piedra, escape por escape, y el barco enfilado hacia un rumbo distante y extraño, tripulado por el fuego de aquella piba de Mercedes...
Entonces (creo) éramos más serios que ahora, y menos dolidos.
Todavía no habíamos sido capturados por la aliteración obscena de los mensajes de texto del sin-espacio y el sin-tiempo, ni por la resignación cobarde del enjaulado. Internet no era aún para nosotros este mandato ordenador de nuestras grietas y nuestros descontentos.
La mayoría de los amigos de entonces se perdieron en un limbo.
Las últimas noticias de la derrota siguieron su marcha, infructuosas, incesantes, girando alrededor de los mismos abismos, incólumes, haciendo de cuenta que nada pasaba, que todo era normal y cotidiano. Afganistán, Irak, Al Qaeda, Blumberg, Tinelli, Bush, Guantánamo, Bin Laden, Duhalde, el codificado de los domingos, Clarín y Telenoche... todo con la misma cara de póker de los presentadores de los noticieros y los vecinos de tu cuadra.
Pasaron siete años como siete letanías, y siempre intentando (sin ganas) volver a editar aquella revista, aquel jolgorio de quejas, aquellas pastillas contra el aburrimiento...
Entonces teníamos ganas, desconfianza, vanidad, carácter.
Nos enorgullecimos entonces con cada gesto, con cada palabra de aliento, con cada aceptación.
Ahora tenemos más certezas, o acaso las mismas más hondas, más altas, más claras.
Entonces teníamos la decisión y el tiempo. Podíamos esperar, podíamos esperar a des-esperarnos.
Ahora el hielo de esta congeladora comenzó a descongelarse.










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15 mayo, 2010

PASIÓN POR DEBATIR (3): El DVD de... ¡Gloria Polo!



¿Creeían que la cosa culminaba con esa contestación? No!

¡La cosa no terminó ahí!

Repasemos los hechos: primero fue una "discusión" laboral menor con este compañero (el Prof. G. C.) de estudios y convicciones católicas, sobre bien y mal, naturaleza, razón, hombre vs animal, etc, etc... La cosa siguió días después, cuando recibí en mi casilla de mail un mensaje bastante "duro" del Prof. mandándome (casi) a callar y/o a "agarrar los libros" (es lo que se reproduce en la primera entrada de este artículo "Pasión por debatir")... Un mes después le entregué mi contestación en mano y en persona, que es lo que leyeron en la entrada anterior a ésta... En contrapartida, unos días después recibí "un regalo" muy especial... Un DVD (con cajita y todo) sobre el extraño (y aparentemente "milagroso") caso de una tal Gloria Polo, colombiana que supuestamente fue alcanzada por un rayo, calcinada viva, y que "gracias a haber encontrado a Jesucristo" volvió a la vida y ahora dedica su tiempo a "predicar" su historia...

Lo cierto es que el propio Prof. G. C., junto a los integrantes de una asociación "pro-vida" (es decir, anti-abortista) llamada "Cultivida" y a conocidos miembros de la iglesia local (ejemplo: googlear "Gloria Polo en Luján" y van a ver unos increíbles blogs sobre el tema...) estaban en la organización, filmación, edición y distribución del evento... De ahí su regalo...

Su intención (según me dijo al entregármelo) fue darme "un conmovedor testimonio" que me haría (supuestamente) recapacitar y reflexionar, y hasta quizá "encontrar la verdad"...

Me tomé el trabajo de ver minuciosamente ese DVD (y fue uno de los momentos más bizarros de mi vida...)

Y quince días después se lo devolví, con mi "segunda contestación".

Lo ideal para entender todo lo que en ella le dije sería haber visto el video, pero yo sería incapaz de recomendarle a nadie tal cosa. Si quieren, lo buscan por esta maravilla de internet, que seguro está...

Mi respuesta fue lo que sigue a continuación. Con esto concluye "Pasión por debatir", aunque hubo muchos otros intercambios de mails sobre estos temas, que no vienen al caso, y que, a lo mejor, más adelante puedo subir aquí.

Titulé esta segunda contestación "Cuestiones edificantes (y electrificantes): Gloria Polo Positivo & Negativo". La reproduzco en la siguiente (y última) entrada.

 





PASIÓN POR DEBATIR (4) "Gloria Polo Positivo & Negativo"



Luján, octubre 2009.-


Atte. Prof. G. C.:


Ref. Asunto: nueva contestación, esta vez sobre el video de Gloria Polo… (¿o será “Apolo”?)


"Cuestiones edificantes (o electrificantes): Gloria Polo positivo y negativo"




Estimado G.:

Se va la segunda. Parece ser que la lectura de la primera contestación fue superficial, o quizás yo fui demasiado poco claro. Seguramente esto último, que Ud. sabrá disculpar. Pero son temas éstos profundos y difíciles, y cualquier avatar puede y debe ser subsanado. Es cuestión de insistir.

Pues, sin duda alguna, en estas cuestiones, ¡qué difícil es definir términos, la mayoría de las veces! ¡Qué paradoja que los términos no terminen, sino comiencen verdaderamente los debates, cualquier debate!

A veces nos queda ese gusto amargo, quizá pesimista, de inferir o presentir que la comunicación humana se torna mucha veces ó es (casi) imposible, cuando en realidad, sin embargo, es exactamente al revés: no hay (o no debería haber) nada más fácil, pues el humano es social por su misma definición, gregario en su instinto básico, parte ineludible de un todo social, de un grupo, de una tribu, de una manada, del hecho simplísimo (pero a la vez muy profundo) de compartir un código común, tradiciones y lenguajes determinados, y todo un campo de experiencias comunes…
A este respecto nos invade habitualmente la sensación, a quienes hemos optado por la/s ciencia/s de la comunicación social humana, de que estamos operando en ocasiones sobre un campo de impossibilitas, sobre utopías (“no hay tal lugar”, en su raíz griega).


Así que por esta vez seré breve, amigo, a pesar de las dificultades, y en la mayor medida de lo posible, quizá demasiado contundentemente breve. Pero creo que Ud. lo sabrá entender.


Aquí voy, punto por punto:


1) Soy agnóstico.


Es decir, no soy ateo, y mucho menos nihilista, pero no soy tampoco creyente de ninguna fe de tipo extra-terrenal.


A la manera de los marxistas, me defino como materialista-histórico, es decir creo que lo que somos hoy es producto de lo que fuimos antes, materialmente hablando, y que la vida social humana es un proceso temporal fatal, necesario, incontrastable, de lo real, de las fuerzas que operan en lo real. La palabra devenir lo define quizá más certeramente, mejor acaso que ninguna otra.


No sé qué cosa es per-se la “naturaleza” (fuese lo que fuese), ni el “universo” (fuese lo que fuese), ni la vida como atributo. Lo único que se puede afirmar (creo) es que la vida es una fuerza integrante del todo cósmico, como la gravedad, la luz, el electro-magnetismo y la materia (fuesen lo que fuesen).


Es decir, en el profundo sentido griego de la palabra, soy trágico.


La vida es un drama trágico. (-Espere, no se alarme, no se precipite, que aquí se operó por el cristianismo una sustitución nefasta de sentido). Es decir, originalmente “drama” (movimiento, acción) “trágico” (sin explicación posible). Es decir, un constante devenir


(Ejemplo al margen: agarre un microscopio y vea un átomo –fuese lo que fuese-, un solo átomo en su soledad, y lo comprenderá, viéndolo en vivo y en directo… Allí está claramente manifestado el drama trágico…)


En concreto: Soy agnóstico. No sé qué será de mí cuando me muera.


Y no sé siquiera si ese “mí” que menciono en la frase con aparente o forzada convicción significa algo realmente… Creo que ése es el mayor miedo y angustia del ser humano, que exige verdaderamente mucha valentía y entereza para asumirlo, y creo que allí radica la fuerza ideológica de su religión, en el pensamiento proyectivo que anula necesariamente la fuerza reguladora de los instintos... Allí, y en el control político de la sexualidad humana. El control sobre ambas fuerzas o afectos es un cóctel verdaderamente explosivo: de allí el innegable poder de la ideología cristiana, que se re-produce y se re-significa constantemente… De allí también que el cristianismo se arrogue para sí mismo el derecho aparente de controlar la conformación político-social de la sexualidad humana: si no, vea cualquier debate sobre los temas “familia” y/o “aborto” y después me cuenta…

En fin, soy agnóstico porque me abstengo de opinar (y mucho menos predicar, y muchísimo menos evangelizar) sobre estos puntos tan íntimos y a la vez –paradójicamente- tan públicos (pues es lo que nos sucede a todos, invariablemente), como son el punto de la muerte y el de la sexualidad.

Por eso soy agnóstico. Sólo sé que algo soy y algo hay en mí. Sólo sé que existo. Que hay ser. Sólo sé que mi voluntad desea. O lo que es exactamente lo mismo, que soy parte de lo que es. Que soy en el ser de todo. Que soy un fragmento de la vida. Y nada más. Pero lo más importante: ¡¡¡Y nada menos!!!
Por eso no soy ateo (quienes no otorgan la posibilidad de existencia a un dios, a cualquier tipo de dios) ni soy nihilista (quienes creen que lo único que hay es la nada). Creo que lo único sagrado o lo más sagrado (“sagrado”, “sacrificio” y “sangre” tienen la misma raíz genealógica ¿sabía?), lo único sagrado o lo más sagrado, decía, debería ser el cuerpo y el deseo del cuerpo, como lo fue para tantas culturas y tantos pueblos originarios, masacrados a su debido tiempo por el avance de su religión…

Soy agnóstico, es decir que contemplo la posibilidad de que seamos la azarosa combinación atómica de las fuerzas naturales que mencionaba, que es lo mismo que decir que creo en los múltiples dioses de la naturaleza, como creían los antiguos.
Soy agnóstico: es decir que creo que la vida (la vida como fuerza, como voluntad, como potencia) es lo que está por encima de cada uno de nosotros, individuos fragmentados de ella. La vida es nuestra única madre divina. La vida es lo que continuará, no sus momentáneos –temporales- fragmentos.

Me resultaría imposible creer que puede haber un solo dios, único para todo el universo, como una entelequia encerrada en sí misma, y me resisto a creer que los humanos somos el centro absoluto de todo, el ombligo del universo, la justificación de la vida, como un únicuum.
Creer en un solo dios, ser monoteísta, es una forma fundamental de odiar y defenestrar ésta vida, la vida tal cual es, y tal cual nos es dada.

Creer en la existencia de un pueblo elegido de un único dios es una forma fundamental de fascismo, de negar la diferencia, que es quizá la única ley posible para afirmar sobre la vida o sobre eso que denominamos la naturaleza.
(Y para entender a fondo estas dos últimas frases hay que leer con mucho cuidado y atención a Nietzsche, amigo: no queda otra).

Repito: Soy agnóstico. No sé qué será de mí cuando me muera.
Por lo tanto, tal definición, cuando un hombre ya puede asumirla en todos sus alcances, necesariamente implica un largo camino recorrido, no siempre fácil… Y necesariamente implica una visión ideológica particular de la vida, y de la organización socio-política del conjunto, de lo social…

(Otra anotación al margen: pienso ahora al releer la última frase que los dos últimos sustantivos empleados allí, -organización y conjunto- hace treinta años podían delatar a un posible “subversivo” y eran consideradas palabras “negras”… En fin…)

Entonces, retomando, también cabe necesariamente preguntarse, siguiendo las consideraciones que le mencionaba antes: para un agnóstico, para la particular visión del mundo de un agnóstico, en su particular cosmovisión, ¿quién debe legislar sobre el cuerpo humano, sobre su deseo y sobre su sexualidad, o, abarcándolo todo, sobre su voluntad? ¿La familia, como enclave monogámico? ¿La iglesia católica? ¿Cualquier iglesia? ¿El estado? ¿Nadie, es decir, el propio individuo?


Yo creo íntimamente esto último –siguiendo, por ejemplo, las argumentaciones de Max Stirner en “El único y su propiedad”, entre muchos otros-, por lo que me defino también con un término que de tan bastardeado que está hoy ya es casi ininteligible, o directamente peligroso, o directamente tabú, y que es el siguiente:

2) Soy anarquista.

Decirlo en esta época particularmente oscura es como decir soy trotskista, o pederasta, o subversivo, o algo así como decir “la concha de tu madre”. Casi un grave insulto. Y antes de que lo diga o lo piense Ud, se lo aclaro yo mismo de antemano: muchas veces me han reprochado la aparente contradicción entre querer la libertad del individuo y a la vez apoyar el estado, pero creo poder salvarla, pues según cada contexto histórico, otros poderes enormes suelen también operar sobre el individuo (nosotros lo vimos perfectamente en nuestro país, en décadas pasadas): esos poderes a veces son el Mercado, a veces la Iglesia, a veces la Mafia, a veces la Costumbre, a veces la Tradición, a veces los Mass-Media, a veces el Capital, etc. Así que estamos obligados necesariamente a no descuidarnos. Estamos obligados a no dejarnos alienar. Estamos obligados a soñar con un estado superior conformado por individuos libres.
Por lo tanto le manifiesto que yo, en definitiva, entre la Iglesia y el Estado, me quedo siempre con el Estado. Trabajo cotidianamente en el Estado, y apoyo a un tipo de Estado particular (el nuestro), y he luchado y seguiré luchando para que ese Estado no sea copado o cooptado por cualquiera de los otros poderes que le mencionaba, y entre la “libertad de mercado capitalista, occidental y cristiana” que continuamente nos amenaza y nos avasalla (y tras haber comprendido lo que eso significa en realidad, oculto casi siempre por sus máscaras cínicas e indignas), y por otra parte el estado rigurosamente laico o eventualmente socialista (que aparentemente sería demasiado sobreprotector o controlador, censurador u opresivo), sin duda que me quedo con esto último. Creo (como Marx) que el Estado no debería (idealmente) existir, que es una inconcebible abstracción (como señaló acertadamente Borges…), pero entre la dictadura del capital y la dictadura del proletariado, me quedo con los últimos, siempre… Y aquí (lo admito) soy un tanto irracional: antes que por convencimiento filosófico o empírico, lo deseo y lo asumo así por pura pasión… Entre la continuidad resignada de lo mismo de siempre y una eventual (fracasada) revolución social, opto sin dudas por lo último, aunque más no sea por cambiar un poco alguna vez…


Le doy un ejemplo de este argumenthum ontológicum bien cercano y concreto, para entenderlo: para mí era infinitamente preferible (repito: infinitamente preferible) que ondeara sobre nuestra querida patria el “sucio trapo rojo” ateo y comunista, inclusive (si quiere) hasta el punto indescifrable y neurótico del kaos absoluto (así, kaos con k de kirchner) en que todos corriéramos en pelotas por la calle fagocitándonos los unos a los otros, era infinitamente preferible eso a tener que admitir y convivir con la insoportable realidad de un ejército y una policía, con la suma del poder público, secuestrando, violando, robando, torturando hasta el sin-límite de la bestialidad y arrojando vivos al mar a un sólo joven y a un solo/a adolescente, por más "guerrilleros" que fuesen… Y sin embargo, ya ve…
Así que esa aparente contradicción de afirmarme libertario (ésa era la palabra original que definía al movimiento de los anarquistas, antes de que la secuestrara para su usufructo el sistema capitalista, y que la re-significara hasta mal-decirla) y defender a la vez la presencia fuerte y actual del estado, esa aparente contradicción, decía, queda zanjada por el apremio de las actuales circunstancias. Si me permite la metáfora de índole sexual y un tanto grosera, si nos han de romper el culo de todos modos, yo prefiero que me lo rompa el bien público, y no una élite acomodada de poderosos y parásitos…


Así que ya sabe. Ahora me he confesado (casi) ante Ud. y ya conoce mis secretos un poco más, y sin siquiera utilizar el féisbuc. Soy en cuestiones de fe agnóstico, y en cuestiones políticas anarco-libertario, pero absolutamente estatista bajo las actuales circunstancias. Ahora veamos las cuestiones morales. Y acá viene el plato principal, con la guarnición y todo, porque viene el término más difícil de definir, y que se presta a mayores confusiones. Es el siguiente:

3) Soy anti-cristiano.


No anticristo, a la manera de una especie de diablo, demonio, poseído, etc, de ésos mostrorum artifex que uds. propugnan, encerrando toda crítica posible dentro de su propia lógica, sino anti-cristiano, es decir, enemigo intrínseco de todo lo que tenga que ver con la base ideológica de la primitiva religión judeo-cristiana: católicos apostólicos romanos, judíos ortodoxos y no ortodoxos, protestantes, anglicanos, evangélicos, mormones, ortodoxos rusos, griegos, ucranianos, testigos de jehová, etc, etc, etc. Es decir, todas las caras emanadas de la misma moneda: el monoteísmo hebreo o mesopotámico apoyado o plagiado en las tradiciones solares del antiguo egipto y propagandizado en Roma y en Grecia, y posteriormente en todo el globo (con la espada y la cruz, con el garrote, el potro, el látigo y los misiles inteligentes…) propagado y propagandizado, decía, con la figura emblemática del tal Jesús… (que, como dice Sabina, si fue cierto que existió debió ser un verdadero revolucionario comunista, lo que se dice, un rojo…)
En definitiva, esa definición tan problemática se basa en que creo que, más allá de sus buenas intenciones o de su aparentemente bien intencionada doctrina de justicia social (intenciones siempre puestas en el primer plano de cualquier intento de debate sobre el tema, quizá para ocultar el trasfondo…), más allá de eso, decía, considero al cristianismo como algo nefasto, algo que debe necesariamente ser superado, dejado atrás. Es más: lo considero como el mayor mal que jamás se abatió sobre los seres humanos, que ha causado más daños que cualquier otra cosa, nunca, en todo ese lapso de 2 mil o 3 mil años que soberbiamente designamos La Historia.


Nada ha causado mayor extravío, mayor pérdida del sentido humano, mayores desigualdades, mayores miserias, mayor aceptación indigna de la miseria, mayores torturas carnales y/o espirituales, mayores miedos y angustias, mayores represiones, mayor resignación y abatimiento, mayores dolores o penas. Nada: ningún tornado, terremoto, tsunami, guerra, etc. Considero al cristianismo como el responsable en última ratio de la gran mayoría de los millones y millones de esclavizados, torturados, asesinados, humillados y vejados de estos últimos mil ó 2 mil años que le mencionaba… Esa ideología extraviada que determinó la existencia única de un solo dios ut supra, y en ésa idea la consideración de ésta vida (la del lado de acá, o la única determinable) como pecaminosa, y que debe necesariamente todo otro dios posible ser conquistado y anulado, ésa idea, decía, está en la raíz causal de casi todas las guerras, invasiones, purgas, progroms, matanzas y conquistas sangrientas del último milenio o de los dos últimos milenios… Detrás de su máscara valorativa de amor y paz se esconde la negación de la raíz del conflicto social y la propagación de valores que representan la continua e ininterrumpida decadencia del ser humano, su lento suicidarse, y que hoy ha llegado a estar internalizada, incorporada como un sufrimiento interno, como la cárcel propia de nuestros más humanos instintos, sentidos y afectos… Casi como algo “natural” (?????!!!!!)
No se preocupe: aquí no voy a citar autores. Pero le aseguro que fue mucho lo que forzosamente necesité, lo que tuve que leer para entenderlo. Considero también la posibilidad de que tales afirmaciones le suenen a Ud. difíciles cuanto menos, o hasta agraviantes, pero no puede haber medias tintas en éstos temas tan profundos, influyentes y conflictivos. Quizá sea éste un tema de fe, o de la influencia nociva de la fe utilizada como argumento. Su fe, precisamente, quizá le veda o directamente le impide a Ud. leer para profundizar, discutir fundamentos o meramente tratar de entender… Quizá cree (como San Agustín creyó) que la búsqueda de su felicidad, de su consolación metafísica lo exime de la responsabilidad socio-política que acarrea el tema… Bué, así estamos, por confundir fe con conocimiento, fe con justicia, fe con política…


Y como se entenderá, ni hace falta aclarar que como anti-cristiano que soy y me defino, soy también y por ende, la representación social de dos figuras ciertamente modernas que son por Uds. aborrecidas: el laicicista y el pro-abortista. Es decir, considero en primer lugar que la educación de la juventud, toda la educación, no puede estar jamás y bajo ninguna circunstancia en manos de sacerdotes (de ninguna religión). Pues propugnar el laicicismo no es propugnar el ateísmo o cualquier clase de ateísmo, como Uds. quieren hacer ver continuamente, sino que es propugnar que el estado se libere por fin de las ataduras que suelen cohibirlo en su defensa de los derechos de todos los individuos, crean lo que crean o se consuelen metafísicamente como se consuelen… Es decir, si ha de haber educación estatal, políticas estatales educativas, ésta y éstas no deben estar al servicio de ningún concepto religioso, quedando en última instancia estas manifestaciones de fe personal o metafísica en la esfera de las creencias privadas, como cualquier otra creencia privada, y con la misma entidad y el mismo derecho a existir y expresarse allí: el feng-shuí, la carta astral, el horóscopo chino, el umbanda, san la muerte, el gauchito gil, el opus dei, el voodoo, el monismo, quetzalcoatl, la patafísica, la magia negra, la abducción óvnica o la kabbalah…
En segundo lugar, considero la defensa social de la vida como una prioridad impostergable, pero de toda vida: como dice la canción de León Gieco, la tuya, la mía, de un perro, de un gato, de un árbol, de toda la gente… Y en el tan difícil tema de la legislación sobre los cuerpos (legislación que es siempre y necesariamente represiva) mientras haya estados deben ser éstos los que detenten únicamente esa responsabilidad, bajo la premisa de igualdad material de oportunidades y derechos de todos los individuos… hasta que llegue el día ideal, superada la lucha entre clases poseedoras y desposeídas, en que pueda el propio individuo detentar el poder de decisión y legislar libremente, anárquicamente, sobre su propio cuerpo… O hasta que llegue el día super-ideal, el día nietzscheano, en que –como sucedió en Grecia en la denominada edad de oro- sean los filósofos los que digan qué se necesita y sean los artistas quienes lo inventen o lo creen…


(Y aquí inserto necesariamente una postdata, y me pregunto: ¿y acaso no habrá sido así antes de estos 2 o 3 mil años que llamamos soberbiamente “La Historia”? ¿Cómo creemos que ha sido para el hombre en los anteriores 997 ó 998 mil años, si contamos que el mismo tiene sobre la tierra al menos un millón de años, según las estimaciones conocidas? ¿No sería factible también entonces poder hablar de “La Historia” de estos 2 ó 3 mil años como la aparición en el mundo de las políticas represivas del Estado, de todo estado?). ¡Indaguemos aquí! ¡Indaguemos!
Mientras tanto, decía, sólo el estado, en re-presentación de la comunidad (¡veamos “El mundo como voluntad y como representación”, de Arthur Schonpenhauer!) podría tener esa suma del poder público, y nadie más. ¡Y nadie más! Pues, ¡si la religión se apodera del estado como ente legislador ya sabemos lo que pasa! ¡Y si no lo sabemos es por que no queremos ver!


La iglesia opinando y legislando sobre el aborto es una aberración desde todo punto de vista: ético, jurídico o moral… Piense si tuvieran el poder de legislar sobre el aborto (pues el derecho a opinar sin duda lo tienen) los seguidores de Moon, los umbanda, los seguidores de la diosa Kali o los seguidores de San La Muerte… La iglesia azteca, por dar otro ejemplo al azar entre miles posibles, legislando sobre su propio estado y sus propios individuos produjo horrendos asesinatos y sacrificios en masa, pero bajo el punto de vista comparativo se trataba -en ése entonces y ahora, con este tema- de la preeminencia de una misma lógica, ésa lógica que defiende, cuando se aplica políticamente, los intereses que se adecúan a su cosmovisión religiosa particular y nada más. ¡La iglesia es, por lo tanto, de todos los actores sociales implicados en el tema, precisamente quien en último lugar, como última instancia debería opinar y/o legislar sobre los cuerpos, pues lo que propugna la iglesia, detrás del remanido tema del aborto, detrás de su preocupación por la vida nonata, es mantener su porción de poder que le asegura el hecho de detentar el control sobre la sexualidad y la reproducción, y no resignarla en manos de un estado laico! ¡Eso, únicamente eso y nada más, es lo que quiere la Iglesia cuando habla del aborto!
Pues, en este caso en particular, cabría con legitimidad preguntarnos ¿por qué habría de importarle a la iglesia más la vida por nacer que la vida ya nacida? En concreto, podemos también con legitimidad preguntarnos (porque atañe necesariamente a este tema), ¿dónde estaba y aún dónde está la iglesia en todas y cada una de las persecuciones ideológicas, matanzas y masacres producidas por los propios intereses que dice defender, ya sean negros, moros, judíos, subversivos, comunistas, indios, villeros, brujas, pueblos originarios, minorías religiosas, étnicas y/o sexuales, iraquíes, afganos, terroristas árabes, animales y plantas consumidas mecánicamente por la industria, travestis, musulmanes, homosexuales, palestinos, y todo un extraordinariamente largo etcétera?


Es patético, pero increíblemente cierto: ¡Uds. están continuamente presos de su lógica cíclica! ¡Siguen afirmando que su Iglesia está más allá de todos los hombres que en toda época la han conformado e integrado! ¡Siguen afirmando continuamente que la Iglesia es una entidad, entelequia ó idea que está por encima de los circunstanciales hombres –que son pecadores y nunca están a la altura- y los muertos y los horrores se siguen sucediendo ininterrumpidamente! ¡No hay ninguna diferencia entre el discurso contextual de cualquier papa, cardenal, monje u obispo medieval y nuestro actual Bergoglio! ¡A esa misma lógica que es el punto crítico en la idea básica del judeo-cristianismo Uds. deberían aplicarla a este concepto lógico desviado! ¡Pero no lo hacen! Porque, si proponen la idea de un mundo más allá de éste, ¡necesariamente terminan por considerar a éste como malo ó pecador! ¡Pero no operan así cuando les toca hablar de su propia Iglesia, aquí siempre los malos son los hombres, no la idea! ¡Y jamás aceptan o conciben discutir sobre ésa idea, sobre las ideas fundantes de su Iglesia, que permanece siempre intocada, inmaculada, y a salvo de cualquier crítica que la discuta ó menos aún que la ponga en entredicho!
¡Y hablan del aborto! ¡Pero con qué autoridad moral lo pueden hacer!!! ¡¡¡¡Han obtenido su poder sobre cadáveres, sobre miles de millones de cadáveres, y dicen defender la vida!!!!!


¡Sólo el Estado puede legislar sobre los cuerpos! ¡Y precisamente el estado laico, laico absoluto, es decir conformado por individuos que no tengan ningún tipo de motivación de carácter religioso! ¡Ésa es la condición sine qua non para poder hacerlo!...
En fin. Ha sido largo, al fin de cuentas, este intento de definir términos, quizá más de lo que esperaba. Pero espero profunda y humildemente que lo haya comprendido.


Así que ya sabe, amigo (si es que nuevamente no he fallado), ya han quedado más claros los significados: soy agnóstico, anarquista y anticristiano (ja, casi tan atemorizante hoy como cualquier otra “triple A”…)
Tales definiciones, sin embargo, no invalidan nada, le aseguro, política o socialmente, salvo en las particularidades o especificidades que le acabo de mencionar… Tras haber intentado definir estos términos, de ningún modo debería Ud. temerme o guardar hacia mí prejuicios de ninguna índole… Sepa que he estado y estoy abierto a toda discusión o intercambio, que me considero un agradecido receptor de novedades y un incondicional agradecido a quienes me han aportado algún tipo de conocimiento o sabiduría, o me han ayudado a entender… En fin, creo ser la mayoría del tiempo una buena persona, y quisiera vivir tranquilo y en paz, y que así también me dejen vivir… Suelo ser feliz en el arte, en la música y en la amistad, y suelo tener a veces sueños modestos, bastante bien adaptados a los tiempos que corren, y otras veces sueños de un mundo casi imposible, sin los horrores del extravío…


Así que (llegando por fin al punto en cuestión de ésta, la segunda contestación que le envío), como agnóstico, anarquista y anticristiano que soy, el hecho de recibir su “dividí” de “Gloor Apollo” (“glorificación de la forma”… ¿qué casualidad, no?) ha sido casi como si un celíaco recibiera de regalo un pan francés recién horneado, o como si un manco recibiera un par de guantes… Casi casi una falta de respeto, o al menos de tacto, apenas disimulada… Pero lo más triste de todo es que quizás ni tomándome el trabajo de remarcárselo nuevamente me libre respetuosamente de su misión santa: pues si seguimos así, a futuro se me presenta el incierto panorama de que Ud. (como todo buen cristiano) no reconoce ni reconocerá bajo ninguna circunstancia al otro, a cualquier otra otredad, y seguirá convencido de que si yo soy lo que soy es porque seguramente Ud. no supo convencerme o mostrarme la luz, o porque quizá yo sea el producto de una educación desviada o fallida… Y después seguramente vendrán los pasos siguientes, inexorables, como oveja descarriada que soy: seré culpable de no querer entender, pese a todos los muchos esfuerzos evangélicos llevados a cabo en mí entendimiento, y pasaré irremediablemente a ser carne de escarnio: contra mí serán lícitas todas las represiones y/o marginaciones, y finalmente (a falta de actuales Torquemadas) seré un nuevo expulsado del paraíso, y caerán sobre mí todos los males… cualquier circunstancia adversa podrá ser mi castigo divino, cualquier desgracia que caiga en mi vicisitud será finalmente su sentido gozo, su re-sentido gozo, su cristiana revancha… Como me diría el amigo F., hablando precisamente de este video en cuestión, y de éstas cuestiones del video, la metafórica, simbólica y ejemplificadora frase de “¡cómo te vas a arrepentir!”…

Así que permítame, para terminar, a manera de compensación simbólica, sintetizando in extremis, y sin ninguna otra pretensión más que brindarle (nuevamente) mis modestísimos puntos de vista, dejarle algunas consideraciones particulares sobre el video que me dio, y que son las siguientes:

1º) ¿Dice la verdad la Sra. Polo? ¿Dice alguna verdad? Enfáticamente no. Dice todo el discurso esperable de la cooptación mediata de los incautos… Todo, todo el choclo desde Saulo de Tarso hasta acá, está bien resumido allí… Nada se discute en su discurso, en la circunstancia particular que aparentemente le tocó vivir: todo queda incólume. Todo sirve (lo nuevo, lo raro, lo particular, lo incierto) para demostrar lo que ya sabíamos que venía a demostrar. Allí está bien adobada toda la doctrina, toda la información “catequizada” que un sufriente o miedoso normal de hoy en día puede asumir ante la certeza de su muerte (de cualquier muerte), de su horror (de cualquier horror), para caer en la duda ante los poderes “monstruosos” de la vida, y terminar creyendo en cualquier cosa que se le presente para al menos no sentir… La anestesia de lo real. El auto-flagelo personal transformado en un patético “toda-vida-debe-también-flagelarse” para encontrar la posterior salvación y/o recompensa divina…
Toda la gnosis teocrática está en su discurso: no revela ningún error, no corrige nada, no aporta algo nuevo, sino que confirma que todo era y es verdad, desde las primeras teogonías del Siglo I hasta las creencias que se fueron anexando con el correr del tiempo y las luchas políticas… Un compendio de actualización doctrinaria, un manual, con su respectivo ataque a la new wave y a los posibles puntos conflictivos de la discusión ideológica actual… Todo, todo está ahí, perfectamente estudiado y representado: el túnel con la luz de Víctor Sueyro más la correspondiente crítica a las modas modernas ya condenadas por la jerarquía eclesiástica…

Y lo que es peor, tremendamente peor: allí está también (como siempre) la teatralización simbólica y morbosa que en otra época reunía a los súbditos en las plazas, alrededor de las hogueras y de los suplicios, para ver en vivo y en directo las torturas, los alaridos, los hedores, las heces, y poder hacer así aquello tan preciado que los griegos llamaban catarsis… (con la salvedad de que ellos lo hacían a través de las artes, los mitos trágicos, la música, los bailes orgiásticos o dionisíacos, y de la sensualidad…) Nosotros, en esta época, al menos tenemos la televisión, o you tube… Y aquí ya estoy dudando un poco: ¿qué sería mejor? ¿ver hoy por hoy en vivo y en directo al Ku Klux Klan quemando un negro en la hoguera, o ver “policías en acción”, para demostrarnos que todo negro actual, todo villero, es decir, todo miserable o pobre de esta sociedad es en potencia un criminal condenable? ¿Quién tendría más rating hoy? ¿Tomás de Torquemada o Etchecolatz?
Todo el discurso de la Sra. Polo es, en definitiva, y bien leído, de un cinismo y una frialdad de horror abismal, como sólo es posible en santos y en cristianos fanatizados…

2º) La Sra. Polo no se aprendió muy bien que digamos las lecciones (seguramente a las apuradas) que le brindaron para la realización de este video sobre retórica y enfatización sustantiva de los discursos públicos. Señalarse el costado izquierdo del pecho cuando se menciona el sustantivo corazón o apuntar con el dedo hacia arriba cuando se menciona el sustantivo cielo más que enfatizar o adornar su discurso, lo delata. Así no habla la gente. ¿Acaso no es eso lo primero que se nota allí? Al menos en los videos de hollywood se suele enfatizar la tensión oscilante del “movimiento”, es decir, del “drama”, de la “tensión dramática”, con música circunstancial, generalmente clásica, o con leiv motívs situacionales… No es éste el caso, pero hubiera sido preferible, en aras de la profesionalización audiovisual…

3º) La Sra. Polo parece confiar en la internalización represiva de los afectos que ya ha venido continuamente operando el cristianismo en casi dos mil años, y eso parece evitarle el tener que dar pruebas empíricas de alguna clase para confirmar su caso. Comprendemos que no le habla a marcianos, le habla a quienes están ahí para oír lo que van a oír, seguramente: monjas, curas y feligreses varios que pasan frente a cámara en forma continua. Esto aparentemente la exime de tener que aportar pruebas, pero no puede dejar de mencionar sin embargo los “exámenes y certificados médicos en su página web” (aquí va una expresión de extremo asombro, con muchas ??????? y muchas !!!!!!!). En fin, mejor callar, por pudor…
Y más bizarro aún: la Sra. puede mostrar las pantorrillas en su afán legitimador, allí donde aparentemente ha sucedido un milagro médico y “le ha vuelto a crecer la carne”, pero el prurito católico le impide mostrar las huellas o cicatrices que discursivamente hubiesen sido más convincentes para el caso… Por cierto, ¡un caso clínicamente fantástico e increíble, un acontecimiento que desafía toda lógica, una circunstancia que hasta la mueve a viajar por el mundo exhibiendo su relato, un hecho único entre millones de hechos, y la represión católica de las formas la cohíben para mostrar lo que sería más contundente y convincente mostrar! ¡¡Dice que el cuerpo no importa, que no es lo importante o esencial, que ella estaba antes de la revelación preocupada por la belleza y por las turgencias, por cosas mundanas sin importancia, y que ahora ha comprendido que la verdad no está en el cuerpo!! ¡¡¡¡Pero no puede mostrarlo!!!!!! ¡¡¡Juro que yo le creería a la Sra., amigo C. -al menos algo más sinceramente- si al menos me mostrara las tetas!!!!! ¡Si están quemadas y ya no importan, si sólo son restos moralizantes de una vida pasada y no-escencial!!!! ¡¡¡Si sólo son cicatrices!!!!! ¡¡¡Quiere enseñarnos sin enseñar!!!!! ¡¡¡Quiere enseñarnos por señas!!!!! ¡¡¡Gloria, mostrá las tetas!!!!!...

4º) Como diría Dolina, amigo, pasados los treinta años las apariencias nunca engañan, y cada uno es fatalmente responsable ya no sólo de las actitudes que toma, sino también de la cara que porta. En tal sentido, tras haber visto su video, he llegado a una certeza: el presentador de cultivida es un reverendo pelotudo. Y peor aún: una clase peligrosísima de pelotudo, el pelotudo fascista. Aquel que cree, con sinceridad y con profunda convicción, que todo el mundo, todo el universo inclusive, debería ser también tan pelotudo como él. Si me permite la variación latina en versión libre, perfectamente lo podríamos definir como el “Ars Pelotudum”.

En tal sentido, no puedo dejar de pensar que todo este evento que muestra el video, y cualquier otro evento de esta naturaleza (o de esta anti-naturaleza, para hablar con más precisión) que Ud. sin duda querrá presentar como algo bien intencionado, sirve únicamente de marco o de excusa para hacer lo que este muchacho viene a hacer en la oportunidad: levantar el diezmo, generalmente de los más miserables (por amedrentamiento, por presión, o por miedo o, si es posible, de los más poderosos, por conveniencia ideológica, o mejor dicho por connivencia ideológica entre iglesia y business…). Y tampoco hace falta ser muy malintencionado para darse cuenta de dónde, por ejemplo, suelen salir las costosísimas campañas legales (y muchas veces ilegales) en contra de cualquier intento de establecer leyes o políticas de contención pro-abortistas, campañas que encabeza su Iglesia directamente, cuando no a través de innumerables asociaciones fantasmas como la tal cultivida, o a través de grupos de fanáticos, cuando no de pelotudos similares a éste en cuestión… Para dar un ejemplo cercano de estas campañas que mencionaba, pienso, por caso, en el “Encuentro Nacional de Mujeres” llevado a cabo en la provincia de Tucumán en este mes de octubre, días pasados, y en cómo actuó su iglesia e innumerables grupos como éstos en desprestigiar, boicotear, defenestrar o directamente atentar contra tal encuentro, sus organizadores, su difusión y sus protagonistas… Sin importar ninguna consecuencia ni respetar ningún límite, casi como una cruzada… Y se me ocurren cientos de otros ejemplos similares, actuales o anteriores, pero que ya ni vale la pena mencionar…

5º) También, si no es molestia, le vuelvo a sugerir tenga la amabilidad de no confundirme a mí con alguien que sería de alguna forma capaz de ser receptor (o al menos tele-vidente) de tal video, al que me cuesta muchísimo definir sin utilizar de buenas a primeras algún término o adjetivo que pondría en dificultades nuestra relación de respeto y amistad… Había pensado, en principio, en el término lacra, pero temo que Ud. se sienta sobre-afectado o lo tome como una agresión personal… Así que, pensándolo mejor, llego a la conclusión que, ya que estamos aquí tratando de definir términos, tal video y tales personajes serían, a mi juicio, la exacta definición de lo in-humano

Y por último, en 6º lugar, permítame una gaffe, a manera de distención…

Sí, es cierto: es realmente grave, gravísimo diría yo, el tema del calentamiento global que nos afecta hoy en día… ¡El clima está cada vez más enrarecido, y ya no nos brinda ni las seguridades que antes nos solía brindar! ¡Hasta los temibles rayos, otrora infalibles y arrasadores, fundadores de dioses, religiones y lenguajes, aquellos mensajeros abismales del dios Thor, el dios de tor-nados y tor-mentas, vienen ahora con una evidente y pusilánime disminución voltaica! En fin, qué le vamo’ a hacer…

Finalmente, más allá (o más acá) de bromas y afines, con más (o menos) respeto del que quizá nos merezcamos, con la incontrastable fuerza del misterio de la voluntad y de la incerteza, devolviéndole con esta contestación su video –menos la cajita, que me servirá seguramente para guardar algún CD de mi música preferida, la música anticapitalista y anticristiana, y, sobre todo, la música dionisíaca-, y a la espera de su nuevo intento evangélico que seguramente no se hará esperar, lo saluda –incólume a todo genero de decadent, y siempre de pie, venga lo que venga- su amigo,

Eduardo Spalletta.

PD: Humildemente espero que este intercambio de pareceres que mantenemos no afecte en lo más mínimo ninguna de las características de nuestra relación, ya sea laboral, de camaradería o de amistad. Y si al fin de cuentas afectase de algún modo nuestra relación, espero que sepamos remediarlo, y aceptemos nuestras diferencias. Y si no, que un mal rayo nos parta



 

13 enero, 2009

Primer Concurso de Poesía "Dardo Dorronzoro"

La siguiente nota es una reproducción de la edición del 17 de diciembre de 2008 del Boletín Informativo que diariamente emite el Departamento de Prensa y Difusión de la Universidad Nacional de Luján.
Para acceder al mismo, o a info sobre la UNLu, ingresar a
www.prensa.unlu.edu.ar
o suscribirse gratuitamente al mismo, solicitándolo a los mails prensaydifusion@unlu.edu.ar y/o radio@unlu.edu.ar


Se entregaron los Premios del Concurso de Poesía "Dardo Dorronzoro" en la Universidad de Luján, con la presencia de Osvaldo Bayer, Vicente Zito Lema y Madres de Plaza de Mayo

Ante numerosa concurrencia el pasado miércoles 10 de diciembre en el Salón Auditorio de la Universidad Nacional de Luján se llevó a cabo la ceremonia de entrega de premios del Primer Concurso de Poesía "Dardo Sebastián Dorronzoro", con la presencia de quienes fueron los jurados del mismo: los reconocidos escritores Osvaldo Bayer y Vicente Zito Lema, y representantes de Madres de Plaza de Mayo de Luján. Otro de los prestigiosos jurados, el periodista y militante Norberto Galasso, no pudo hacerse presente en el evento. Este Concurso de Poesía, de participación libre, sin límite de edad y de temática libre, fue organizado por los integrantes del programa "La Huella... persiguiendo andares" (miércoles de 17 a 19 por FM 88.9 Mhz, Radio Universidad) y la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Luján, y sirvió de marco para brindar un reconocido homenaje al gran poeta, militante y herrero desaparecido por la última dictadura militar.

Los organizadores informaron que del mismo participaron 67 obras inéditas, tanto de Luján como del interior del país, la Ciudad de Buenos Aires, La Plata, y Uruguay. Esta premiación marcó asimismo el cierre del ciclo 2008 del programa "La Huella...", y fue transmitido en vivo por Radio Universidad, oficiando los conductores del mismo, Julián Sotelo y Guillermo Rellán, como presentadores del Acto.

Junto a la destacada presencia de Osvaldo Bayer y Zito Lema, también en la oportunidad tuvo la palabra un representante de los trabajadores del ajo de la Provincia de Mendoza, exponiendo la lucha reivindicativa que estos trabajadores llevan adelante y denunciando las graves condiciones en las que desarrollan su tarea.

Tanto Bayer como Zito Lema destacaron la importancia de manifestaciones culturales como el Concurso en cuestión, y resaltaron la imborrable figura de Dorronzoro, sus luchas, su voluntad inquebrantable y su talento poético. Los galardonados, que tuvieron asimismo la oportunidad de leer sus obras en el evento, fueron, con el Primer Premio, el lujanense Isidoro González, con su poema "El dolor de las voces", con el Segundo Premio Liliana Ricciardulli (también de Luján), con la obra "Ni de olvidos ni de muerte", y con el Tercer Premio María del Carmen Rolandelli, de la localidad de Pergamino, con su poema "Una rosa marchita en el asfalto". También el jurado decidió otorgar una Mención Especial a Eduardo Spalletta (Luján) por su poema "Los mayores".

Estuvieron asimismo entre la concurrencia la Sra. Intendenta Municipal de Luján, Dra. Graciela Rosso, y el Director de Cultura Municipal, Lic. Mauro Perna, co-organizador del evento. En el mismo se hallaban expuestas pinturas alusivas de Martín Dorronzoro (hermano del escritor homenajeado), y Luis Nápoli, reconocido artista de la ciudad de Luján, que fuera también amigo personal del herrero y poeta desaparecido.

Para más información de este evento, consultar al mail
persiguiendoandares@argentina.com ó a cultura@lujan.gov.ar / te. 02323 420755.

En la imagen superior, los reconocidos escritores Vicente Zito Lema y Osvaldo Bayer hablan a la concurrencia, en el Auditorio de la Universidad de Luján.
Abajo, los mismos y tres de los poetas que resultaron ganadores del Concurso.


Las Madres de Plaza de Mayo de Luján también aportaron su presencia en el Concurso.

La Intendenta de Luján, Dra. Graciela Rosso, junto a parte de la nutrida concurrencia.




 Agregado (I):


Osvaldo Bayer: Poesías, Vindicadores y Ajos

El siguiente es un texto de Osvaldo Bayer publicado en la contratapa del matutino Página/12 el 29 de marzo de 2008, que alude a los temas que también se trataron en la Ceremonia de Premiación de este Concurso de Poesía: la figura de Dardo Dorronzoro, la Universidad de Luján, los trabajadores del ajo en Mendoza, y la palabra de los poetas. A disfrutarlo.

Los tira y afloja del presente pasarán sin pena ni gloria como en el pasado. Pero donde hubo ética y responsabilidad humana, eso queda a través del tiempo. Me han tocado unos días de comprobación y de alegría al ver que los principios siguen vigentes a pesar de desapariciones, picanas, fabulaciones mediáticas, Ratzingers, Vargas Llosas y Grondonas (los dos). Etc. Etc. Por los siglos de los siglos, pero no tanto. Sí, estos últimos días asistí a hechos que tal vez nunca me los hubiera imaginado diez años antes. Por ejemplo, en Mendoza inauguramos en la Radio Libertador el salón de conferencias con el nombre de Paco Urondo, el poeta, el luchador, que prefirió la muerte antes de que lo “desaparecieran”. Un luchador, que si se hubiera portado bien, habría tenido los privilegios de un intelectual borgeano o sabatino. Pero no, él no habría vivido tranquilo en una sociedad con niños bajo el nivel de nutrición, juventud sin trabajo y familias sin techo o revolviendo basura. De Mendoza fui a Luján, donde hablé en el salón Dardo Dorronzoro, el poeta y herrero –¡qué dos oficios!– desaparecido en los años del oprobio argentino. Dardo Dorronzoro, el que escribió: “Yo he visto chicos grises como la tierra comiendo tierra. Yo los he visto ahí, con sus andrajos y su mugre, reptando, y los he tocado, acariciado su piel y convertido en ángeles, en mariposas, en viento de septiembre”. Y que se definió así poco antes de ser “desaparecido” por los militares argentinos: “Soy un poeta que ama a los que no tienen amor ni pan, a los que se van sin haber llegado, a los que a veces sonríen, a los que a veces sueñan, a los que a veces les crece un fusil en las manos y salen a morir por la vida. En suma: he sido, soy y seré un poeta revolucionario. Sobre mi tumba verán florecer un puño”.

Y justo en el salón Dardo Dorronzoro de la Universidad presentamos el libro Hermano, Paco Urondo, escrito por su hermana, Beatriz Urondo, y su sobrino nieto Germán Amato. En ese libro está todo Paco: sus versos, sus fotos, su espíritu que va creciendo página a página. Recuerdo su muerte. En la biblioteca del Instituto Iberoamericano de Berlín, durante el exilio, recibimos la noticia. Llegó ese día Manuel Puig, el escritor que escribía de la misma forma como habría plantado flores y begonias. Manuel Puig, que al enterarse de la triste nueva lloró prolongadamente sobre mi hombro.

Sí, y así siguió la semana con la memoria que va creciendo día a día. En la Biblioteca Nacional presentamos el libro de Eudeba Biblioclastas, sobre la destrucción del libro, editoriales y bibliotecas populares durante la dictadura de la infamia de Videla, Massera, Agosti... En el acto leí el escrito del almirante Massera, donde la estupidez y la soberbia se igualan en dimensiones inimaginables de prepotencia e ignorancia. Textual, escritas para el diario La Opinión de los militares, el 26/11/77: “Hacia fines del siglo XIX, Marx publicó tres tomos de El Capital y puso en duda la intangibilidad de la propiedad privada. A principios del siglo XX, es atacada la sagrada esfera íntima del ser humano por Freud, en su libro La interpretación de los sueños y como si fuera poco, para problematizar el sistema de los valores positivos de la sociedad, Einstein, en 1905, hace conocer la Teoría de la Relatividad, donde pone en crisis la estructura estática y muerta de la materia”. Es decir, contra Marx, Freud y Einstein, “Dios, Patria y Hogar”, lema bajo el cual se quemaron los libros. El nuevo libro de Eudeba finaliza con la obra teatral Biblioclastas de Jorge Gómez y María Victoria Ramos, genial diálogo entre dos quemadores de libros oficiales. La maldad, la estupidez, la ignorancia, en su forma más realista. Mientras se queman libros se grita el gol del seleccionado. Argentina, Argentina.

Pero las fantasías de la realidad me regalaron otro momento que guardé en lo más profundo de mi conciencia viva. La Cooperativa Unión Solidaria de Trabajadores, que lleva a cabo planes que corresponden a la recepción y la transferencia de disposición de residuos sólidos urbanos de Capital y conurbano, al mantenimiento de áreas verdes y parquización, y al mantenimiento de caminos internos y trabajos de relleno sanitario, está haciendo realidad un Proyecto Pedagógico Institucional, que incluye el Bachillerato Popular Arbolito, con títulos oficiales. Ese es el primer paso, luego la cooperativa organizará escuelas de formación técnica, talleres de capacitación de trabajadores de todos los sectores de acuerdo con las distintas ramas de productividad, y servicios y asesorías técnicas a trabajadores autogestionados. Ese es el futuro. Una república que se vaya democratizando cada vez más mediante cooperativas de trabajo igualitario y propia responsabilidad. Todos para uno y uno para todos. Y justamente ellos eligieron para su colegio de bachillerato el bello nombre de Arbolito, el joven ranquel que en 1827 hizo justicia contra el militar europeo genocida coronel Federico Rauch, que venía a cumplir el contrato firmado con Rivadavia para “exterminar a los indios ranqueles”, por supuesto, pago con buen sueldo de mercenario. Esto me da una profunda alegría porque yo, en 1963, di una conferencia en la ciudad bonaerense de Coronel Rauch donde pedí que esa población votara para cambiar el nombre del genocida Coronel Rauch por el hermoso nombre del joven ranquel que puso fin a la vida de ese mercenario jugándose entero. Arbolito se llamaba... Por esa propuesta sufrí 63 días de prisión ya que el ministro del Interior de la dictadura militar que volteó a Frondizi era el general Juan Enrique Rauch, bisnieto directo del coronel genocida. Nunca se cambió el nombre a esa ciudad. Los habitantes y los políticos miraron para otro lado. “Hay que mirar para adelante”, el lema de todos los que tienen que esconder algo. Y ahora, mi júbilo: una cooperativa de educación para trabajadores se llama Arbolito y una orquesta de rock plena de sangre joven lleva también el nombre del vindicador de esas enormes pampas.

Pero las emociones no terminaron allí. En Mendoza, antes de una conferencia en la radio Libertador, se aproximó una delegación de los más humildes de los humildes, los más explotados, los recolectores de ajo. Me trajeron como regalo un hermoso ajo envuelto en una cinta que decía: “Recolectores de ajos”. Y me presentaron su denuncia, con palabras claras recalcadas con gestos sobrios de sus manos encallecidas. El petitorio estaba titulado: “Los trabajadores esclavos de Campo Grande”. Son recolectores de ajo del establecimiento El Resguardo, del exportador Carlos Adrián Sánchez. Desde el 7 de noviembre los recolectores de ajo están en conflicto con la empresa. Protestaron porque no se hacen aportes jubilatorios ni tampoco se les reconocen los doce años de trabajo. Son hombres y mujeres. El 29 de noviembre, los 23 delegados y sus familiares fueron impedidos de trabajar por “patovicas”. Se organizó entonces el paro general. Los obreros se quedaron en el portón principal. Pero muy pronto se hizo presente la fiscal Liliana Giner con 150 hombres armados y ordenó a los trabajadores retirarse del lugar. Entrelazadas de brazos todas las mujeres hicieron un cordón humano, también había algunas embarazadas, y a los hombres los hicieron poner detrás de ellas. Vino entonces la orden de represión. A machetazos, les tiraron balas de goma y perdigones de pimienta... Los manifestantes fueron perseguidos más de quinientos metros y resultaron más de cuarenta heridos. Quedaron todos despedidos. Desde ese entonces no se ha hecho justicia. Hay pruebas de que la empresa hace uso del trabajo infantil. Los recolectores piden justicia. Se llaman Ana, María, Graciela, Yemina, Pamela, Celeste, Javier... y siguen los nombres.

Cuando escribo esto tengo el ajo exultante que me regalaron. En el escritorio. Me emociona. Paco Urondo y Dardo Dorronzoro habrían hecho una poesía con él y las manos que lo cosecharon. Pero la mendocina Nora Bruccoleri ya había redactado esa poesía y me la alcanzó al marcharme:

Somos Ajeros
Y por ello cómplices de la entereza
Porque el ajo es fuerza vegetal
Que nos aclara la conciencia
Y aunque los patrones negrean nuestro destino
La intensidad cabeza a cabeza
Nos convence que debemos seguir
Apretando los dientes
Para que la sabrosura de la vida
Se sirva en nuestras mesas,
En la de Todos.


Agregado (II) 


Los Poemas Ganadores del
Concurso "Dardo Dorronzoro"


Los siguientes son los cuatro poemas que resulatron ganadores del Primer Concurso de Poesía "Dardo Sebastián Dorronzoro":


Isidoro González (Luján) / Primer Premio






El dolor de las voces


I
Cuando creemos haber sufrido hasta el límite más lejano
y descubrimos que lo nuestro es egoísta y pequeño
nos avergonzamos y decimos: Yo guardaré este dolor
junto al que no regresa porque ha sido capturado
el que alarga las manos mientras puede y ve en sueños
y sufre su muerte al sentir lo que sentirán los Otros
en una eterna noche de niebla
en continuo viaje sin rumbo
a tientas

II
A veces nuestro cuerpo se detiene
en un llanto silencioso
lento reflexivo de interminable operación
de búsqueda y resistencia

III
Entramos en las sombras de la noche para disolvernos
Cruzamos las ciudades con pensamiento

IV
Hay muerte, hay destrucción, cómo advertirlo
Enmudecieron los hombres / las mujeres
Que prefieren no ver
Y no oír el pedido de auxilio de las víctimas

V
La bestia danza y se exalta con su notable rutina
De agudo oído nocturno se vuelve la espera
Los sonidos se amplían se agigantan
Hasta el viento se disfraza de enemigo

VI
El reloj extrema su ruido un ruido de puertas
Hace sonar un timbre perturbador asesino

VII
Ellos se dan ánimo con patadas y con gritos y
Una ráfaga divide la noche en campos de dolor

VIII
Uno y otra se preguntan quién será el muerto
La culpa manea la fuga
El regreso y la huída significan muerte

IX
Sufrimos las patadas el insulto los golpes
Con puño de acero
El balancín de brazos en la espalda

X
Desnudos y atados con soga a un helicóptero tucumano
Rozábamos los cardos

XI
Ahora nos sumergen en el dique
Con bolsa de plástico transparente y zapatos de cemento
Para visitar los cuerpos de los amigos muertos

XII
Y las ratas penetrando en la vagina
y el cepo de chapas soleadas
y las ataduras de cuero resecas y el dolor
y la bronca y la impotencia
y la crucifixión y el agua fría en el cuerpo
hasta morir de madrugada

XIII
La punta eléctrica recorre el cuerpo sobre flejes

XIV
Una radio prendida, que propala mensajes patrióticos y marchas
dice: “El país avanza” “Venturosos días nos esperan”

XV
Un abismo hay siempre en la ruta de los ciegos

XVI
El trabajo está dividido y bien diferenciado
El cuchillo que perfora ovarios y riñones distingue a los infantes
Maniobrar con tanques en la puerta de las cárceles es misión de caballeros
La marca en la frontera con presos derrotados es cosa de gendarmes
Eyectar sin mochila es tarea de aviadores
Picanear es habilidad de paracaidistas
Adormecer es oficio de marinos

XVII
El ejército viola y acumula cadáveres desnudos en la guardia mercedina
La policía corta las manos

XVIII
Desde la tierra al cielo las columnas de humo
Distinguen los días de la infamia y
Los muertos al costado de las rutas
y las mutilaciones
y el terror que avanza

XIX
La explosión de las granadas borra las huellas digitales
La muerte está a la vuelta
Apenas a una cuadra

XX
Dardo camina entre fusiles y no regresa



Liliana Ricciardulli (Luján) / Segundo Premio




Ni de olvidos ni de muerte


Y uno se muere de ojos tapados
de mirada esquiva, de corazón de costado
Uno se muere de no ver los que rascan la tierra
con infancias marrones de cascotes y piedras
de persianas cerradas a la mañana
que es lo único que tienen, porque el mañana
se les hace rompecabezas sin una pieza
barriletes sin viento, en el suelo
sin cielos.
Uno se muere de llenarse las manos
con lo que es de otros, con lo que no nos ganamos
con lo que falta tanto y algunos de esos lo tienen
en el bolsillo oscuro del que promete y miente.
Uno se muere cuando…
con el corazón de costado
los paraísos esquivan octubres
los renacuajos no nacen en los charcos
las infancias no tienen bicicletas
y no hay rayuelas en la siesta.
Uno se muere por falta de mérito
porque el vivir nos ha quedado lejos
porque los ojos no se entendieron con el alma
y lo visto y lo vivido se hizo todo lo perdido
Pero uno se muere también…
con el corazón al frente
con la mano extendida ajada de soles
con las flores de los paraísos remarcando octubres
con los charcos y sus lluvias de noviembre.
Con el pan partido al medio
con el martillo y el yunque
con la maravilla del hacer
con la inmensamente liviana carga de los sueños
como bandera de luchas y tiempos
Aunque los haga morir
a esos de corazón al frente
no les quitan las palabras
aunque los maten cien veces
porque se muere también
pero ni de olvidos ni de muerte
no hay olvidos… no hay muerte…
para esos de corazón al frente.


(Para los que como Dardo, usaron los ojos como ventana al alma)


 
María del Carmen Rolandelli (Pergamino) / Tercer Premio








Una flor marchita en el asfalto


Una flor marchita en el asfalto
no entrará en las crónicas policiales
ni publicarán los periódicos
tanta impudicia tanto golpe irracional
no habrá duelo ni bandera a media asta
ni asueto en los ministerios
ni penitencia en las catedrales
ni se exiliarán los pájaros
por decreto.
Una flor marchita en el asfalto
no será homicidio premeditado
ni dolo eventual
no habrá jueces en los estrados
ni acusados en los banquillos
ni cédulas diligenciadas ni testigos de parte.
Una flor marchita en el asfalto
no alejará a los amantes
de su cita furtiva
ni las amas de casa
expiarán su hastío en las veredas
no cerrarán las escuelas ni los sindicatos
no pararán los relojes en las oficinas
ni los transeúntes dejarán ociosos a los subterráneos
Una flor marchita en el asfalto
es solo un grito desesperado
que acontece en la cruel desidia
de lo cotidiano.

 


Eduardo Spalletta (Luján) / Mención especial





Los mayores


La Patria, con sus días, su historia singular y su cultura,
no es un libro, ni la fecha de ningún aniversario,
ni un mandato, ni una ley, ni un día puntual del calendario:
es un sueño que se hereda y que perdura.

Es un sueño conjugado en pasado y en presente;
de un pasado que bien puede ser real o imaginario,
con anónimos héroes, y un jinete de bronce legendario
que hoy preside una glorieta, tristemente.

Es un sueño hecho de olvidos y memorias,
de azares e ideales, de pasiones inmigrantes,
de lejanas y perdidas poblaciones, de habitantes
que forjaron un futuro en sus historias.

¿Qué nos queda de aquel sueño?: sólo instantes.
Fragmentos sin sentido ni coherencia,
episodios lejanos de dolor e indiferencia
como un último eco de palabras ya distantes.

Sólo eso: pedazos dispersos de uno mismo,
de tus padres, de tu calle, tus amigos, tus hermanos,
de los mismos tres o cuatro quehaceres cotidianos
y la angustia de estar siempre ante el abismo.

Sólo eso: vértices de nada que escaparon
hacia el lejano confín de sus ayeres.
¿Para qué tantas noches, tantos atardeceres?
-las mañanas cobardes los negaron.

Tantos sueños, tantos hombres y mujeres
olvidados en el tiempo y la ceniza,
que en una tarde puntual, clara y precisa,
soñaron estas cosas que son hoy nuestros deberes.

Hubo una vez tal sueño; lo sé. Me lo juraron,
en una tarde ya irreal de tan lejana
un par de hombres mayores, detrás de una ventana
que daba a un corredor. Ellos también soñaron.

Ellos también fueron, como tantos, ese sueño
de pedazos de otros sueños
, como piezas
de un borroso y fatal rompecabezas
que no tuvo un solo nombre, jamás, o un solo dueño.

La Patria no es la suma de los días ni los hechos,
ni ese nombre melancólico, Argentina. Solamente
es un sueño solitario, sencillo y consecuente
que soñaron esos hombres, cabales y derechos,

sentados en un patio de macetas florecidas
y baldosas rosadas donde pasé mi infancia,
entre el verdor del ciruelo y la fragancia
de las triviales cosas inmortales y queridas.

(a la memoria de Armando & Roberto Neira)

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